Entre cuentos...
éste cuento empieza como muchos tantos:
una vez en un lugar recóndito y apartado del alma,
Conocí a una princesa, de alma fuerte,
corazón puro, ojos profundos y penetrantes.
el cuento sigue al igual que los muchos otros,
escritos con ilusión y pasión.
así avanza el tiempo, venciendo dragones,
construllendo castillos, promesas y caricias.
cada mañana se puede construir un jardín de cerezos,
o pelear en aventuras, como un fiel devoto de la fortaleza del alma.
así peleaba yo por la amada de mi cuento...
poniendo el corazón en mi espada que
haría justicía y quitaría cada obstáculo de su camino.
el tiempo no perdonó a éste cuento;
se lo llevó entre las piernas, entre los sueños pedrdidos.
será que todo cuento se vuelve una mera y estúpida fantasía????
sucede que a veces los cuentos se confunden con la realidad.
la princesa se convierte en el dragón de mil cabezas;
la espada son solo un par de brazos cansados que
añoran el cuerpo que alguna vez imaginaron;
y los obstáculos... un par de problemas mentales que
se quieren adjudicar a quien se deje.
yo no quiero escribir un cuento, quiero escribir una realidad.
aún tengo la espada, el castillo, los dragones...
y un sueño que se ha quedado entre el tiempo y las páginas marchitas.
y la princesa...
se fué al carajo.
fin.